No hay mucha gente que puedan decir que nunca ha consumido pornografía. Para algunos, se ha convertido en algo cotidiano y se trata de una acción que ya no nos avergüenza como antes. Como un cáncer que se extiende silenciosamente, ha contaminado la vida de la gente y se considera un entretenimiento común.
Sin embargo, está demostrado científicamente que la pornografía es perjudicial para la persona que la consume directamente, así como para su familia y la sociedad en general. El consumo de pornografía tiene efectos biológicos, psicológicos y espirituales y como cualquier otra adicción, provoca cambios en el sistema nervioso. Abandonar una adicción requiere mucha disciplina y puede llevar tiempo, pero a diferencia de otras, con la pornografía esto es más rápido. Aquí, a continuación te ofrecemos algunos consejos que pueden ayudarte:
- Acepta que tienes un problema y decide deshacerte de él: nadie más puede hacerlo por ti Aceptar que se trata de un problema que ha dañado seriamente tu vida y la de los que te rodean es un acto de valentía. Sé fuerte y toma la decisión de cambiar.
- Busca ayuda en alguien que pueda escucharte y ayudarte: si has tomado la decisión de cambiar, busca ayuda. Puede ser un consejero, un psicólogo o un líder espiritual. Lo importante es que esta persona pueda ayudarte a entenderte a ti mismo y al problema en su conjunto.
- Reconoce la razón que te lleva a buscar pornografía: puede ser que hayas buscado pornografía por mera curiosidad, ya que todo el mundo a tu alrededor hacía lo mismo. O tal vez lo has hecho para llenar un vacío en tu vida amorosa. Pero en la pornografía encontrarás un placer incompleto, que no te llenará como el amor de una persona ni te aportará su compañía.
- Ocupa tu tiempo: sal de tu entorno cotidiano y mantente ocupado con nuevos cursos, un nuevo deporte o una salida con tus amigos. Así no tendrás tiempo de pensar en cuestiones adictivas, como la pornografía.
- Crea objetivos y céntrate en ellos: una de las cosas que te ayudarán es crear objetivos en las actividades que ejerces y centrarte en ellos. Una persona disciplinada difícilmente caerá en la tentación o cederá al deseo de lo adictivo.
- Estar con la gente: el consumo de pornografía está fuertemente relacionado con el aislamiento, el egoísmo y la esclavitud. Así que busca actividades que te obliguen a mantener el contacto con otras personas, que te hagan vivir en comunidad y que te ayuden a ser más comprensivo.
- Deshazte de lo que te hace caer en la adicción: busca revistas, vídeos y cualquier otro material que tenga relación con la pornografía. Quémalos, rómpelos o pon barreras en Internet que te impidan acceder a estos materiales.
- Comprométete contigo mismo: cuando busques ayuda, comprométete contigo mismo y con esa persona. Esfuérzate por cumplir tu palabra y, si caes, no te desanimes. Levántate y vuelve a caminar desde dónde lo dejaste.
- Conócete a ti mismo: aprende a conocerte en profundidad. Lee sobre la espiritualidad, sobre los buenos valores y descubre el significado correcto de la sexualidad. Refuerza tu decisión a través de la bibliografía adecuada.
- No bajes la guardia: tu lucha contra la pornografía será diaria. No seas ingenuo y pienses que, una vez superada, serás inmune a esta adicción. Mantente fuerte y en caso de recaer, no te dejes llevar por la ola. Haz un esfuerzo por buscar refugio y evita todo lo que te aleje de tu propósito de liberarte de la pornografía.
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