Bandera de Austria. Historia y significado

Manuel GarManuel G | 28 Agosto 2024

Bandera de Austria

Austria es uno de los estados del centro de Europa de más larga data y con una de las historias más dinámicas e interesantes del todo el continente. Muchos eventos de gran trascendencia para la historia universal se relacionan, en mayor o menor medida, con esta antigua nación.

Naturalmente, su estandarte se relaciona con su historia política. En efecto, durante el reinado del emperador Francisco José I, Austria perdió ante Prusia la hegemonía germana. Dicha derrota influyó en la constitución del conocido imperio Austro-Hungaro.

Austria-Hungría, durante los sucesos de la I Guerra Mundial, adoptó dos estandartes: uno para los asuntos comerciales y otro para los enfrentamientos bélicos. Después de su derrota, Austria adoptó la bandera que hoy en día sigue representando a la nación.

La bandera con proporción de 2:3 consiste en tres franjas horizontales que en un orden descendente se presentan del siguiente modo: rojo-blanco-rojo.

El origen de esta bandera suele relacionarse con el diseño de escudo nacional realizado por el duque Federico II de Austria, justo después que su llegada al trono. Dicho escudo poseía precisamente el uso del patrón de colores rojo-blanco-rojo.

Con el término de la I Guerra Mundial (1918) esta bandera dejó de utilizarse y no sería sino hasta el fin de la II Guerra Mundial, que el estandarte austriaco, sería izado de nuevo de manera oficial. Además, el mismo no representaría a un Estado independiente sino hasta 1955, cuando a través de un tratado de paz, Austria recupera su soberanía nacional.

A pesar de que existen varias hipótesis sobre su origen, se asocia su adopción a un hecho bélico. Durante el tiempo de las cruzadas, en un enfrentamiento contra los Moros, el duque de Badenberg había sido herido en batalla. Su túnica blanca se habría teñido de rojo, con excepción del espacio donde se ubicaba su cinturón. Según narra la leyenda, dicha túnica sirvió de inspiración para la bandera.

De forma más específica, y a modo de interpretaciones “más oficiales” se ha señalado que el color blanco representa la pureza, mientras que el color rojo representa la fuerza y el heroísmo de sus antepasados que murieron en batalla.

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