Sí, sabemos que la de hacerte un tatuaje es una decisión complicada, que hay que pensarse bastante bien. En el tiempo que dura un profesional en marcarte, un proceso que puede ser cuestión de minutos si el tatuaje tiene pequeñas dimensiones, es lo que quedarás en llevar algo de por vida. Puede ser que lo hayas madurado, lo tengas clarísimo y nunca te arrepientes, pero puede ser que la decisión te cogiera en medio de una "borrachera" de amor exacerbada hacia una persona que luego no te correspondió, o que fueras un/a adolescente rebelde sin causa y eligieras un diseño que ahora ya, pasado el tiempo, te cause más vergüenza que otra cosa... ¡Tranquilidad! Si todavía no lo tienes claro pero el mundo de los tatuajes te llama la atención, te proponemos algo no irreversible: el tatuaje de henna.
Los tatuajes de henna duran unas semanas, tres a lo sumo, dependiendo de factores como el compuesto del gel que uses o, cómo no, de cuánto lo uses. No traspasa la epidermis, por lo que el dibujo que te hagas no se quedará contigo de por vida. E incluso la solución en la que luego se moja el pincel para proceder a pintar, puede prepararlo quien uno/a mismo/a. Y es que el polvo de Henna procede de la planta del mismo nombre, la que crece en lugares como Marruecos o India, en lugares cálidos. El polvo al que nos referimos se puede encontrar en una herboristería.
Es habitual ver, por ejemplo, las manos de mujeres árabes marcadas con tatuajes de henna. Es por ello que, cuando se nos presenta un catálogo de posibilidades con esta técnica, en su mayoría se trate de dibujos con motivos árabes, con formas curvilíneas cargadas, que se nos antojan exóticas.
Es precisamente en las manos donde más se suelen ver este tipo de tatuajes, dibujando desde el brazo brazaletes y pulseras en las muñecas, que terminan en unas manos más o menos plagadas de motivos, en el que la tinta hace anillos y otros motivos. A veces, parecen guantes de gasa, sobre todo cuando adquieren un color más rosado. Y es que, claro, hay que tener en cuenta que desde que te lo haces hasta que se borra por completo pasa por varios estadios de color. En todo caso, como decimos, las manos, en su anverso y su reverso, son la parte que más contiene este tipo de tatuajes y los motivos que alternan lo floral con las formas curvilíneas lo que más triunfa. Eso sí, entre mujeres, sobre todo.
No son, sin embargo, los únicos lugares en los que se pueden encontrar. Hay que tener presente que se trata de dibujar y no de tatuar, por lo que la técnica, nada dolorosa, puede ser utilizada en otras muchas partes del cuerpo en las que cualquier no se atreve. Hablamos de la nuca, por ejemplo, pero también del brazo, de la pantorrilla o del empeine, donde también deja un resultado sutil y de lo más elegante.
Como hoy toca escribir de los tatuajes de henna y en esta web siempre tratamos de escribir con honestidad, has de saber que esta ténica no goza de una cien por cien buena fama. Se trata de un cosmético y no está regulado, por lo que hay que actuar con cuidado porque, sobre todo con la henna negra, se pueden desarrollar dermatitis alérgicas que, cruzado con algún medicamento, puede resultar letal.
No está nuestra intención asustarte, solo solicitar precaución. En lo tatuajes de henna, pues, te recomendamos asesorarte bien y hacerte uno pequeño para probar. Si te gusta y no es nocivo, se te abrirá todo un campo de posibilidades.
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