A nadie le gustaría encontrarse con un pirata. Es todo un delincuente del mar: ladrón, saqueador, secuestrador y, en ocasiones también, desleal, capaz de traicionar a un "compañero" en un motín, capaz de asesinarle. Se trata, pues, según la descripción, de un personaje deleznable que se dedica al bandolerismo marítimo y, sin embargo, cuán admirada ha sido su figura a través de la cultura. ¿Será porque, en realidad, los vemos como repudiados de una sociedad en la que no encontraron su sitio? ¿Como gente que se vieron obligadas a las fechorías como único modo de vida? ¿O será porque en nosotros han influido de manera considerable historias de determinados piratas que se cuentan a través de la Gran Pantalla? Por lo que sea, está claro que también en el mundo de los tatuajes los piratas se llevan un alto porcentaje de protagonismo. Veamos...
Se tiene constancia de los piratas desde tiempos muy remotos, desde las antiguas civilizaciones griegas y egipcias. Pero, quizás, una de las épocas que más han marcado ha sido la del dominio español, después de que Cristóbal Colón llegase a América y colonizara su territorio. La piratería en el Caribe español, de hecho, ha podido influir en la estética pirata que nos ha llegado, esa en la que los ocupantes de barcos con calaveras y tibias, aunque andrajosos y raídos, llevan trajes "de época".
Precisamente son "Piratas del Caribe" los compañeros y enemigos de Jack Sparrow, una saga que ha resultado ser una de las más exitosas de la historia del cine. A todos nos conquistó Jack y fue, en parte, por la enorme interpretación del polifacético Johnny Deep: esas rastras, esos gestos tan extraños, esa sensación de que se guardaba un as en la manga en cada escena de su trepidante búsqueda de "La Perla Negra" (en la primera película).
Precisamente los barcos piratas son muy elegidos para tutuarse la piel. Son inconfundibles con sus velas raídas y coronadas por la bandera negra con huesos, también muy elegidos. Velas que, en el caso de "La Perla Negra", eran negras, precisamente. Tan inconfundibles que basta con la tinta negra, desde luego, si bien no quedan mal si le da color al mar y al Sol presidiendo la escena marítima sobre olas que parecen ser cabalgadas. El Sol que, por cierto, pega y fuerte en el Caribe, si es de la que hablábamos antes la saga que más te inspira. En ella también se hacía alusión a otro barco que es célebre y muy elegido para ser tatuado, el capitaneado por Davy Jones, "El Holandés errante". También se representa el resultado final de uno de sus abordajes, en el que el barco atacado está siendo atacado por el temido Kraken.
El barco o el símbolo pirata que compone su bandera son motivos muy escogidos para quienes quieren llevar por siempre motivos piratas después de pasar por el estudio de tatuajes. También la cara de un pirata con gesto serio y el clásico parche, el pañuelo, la argolla o incluso el loro sobre el hombro.
"La vida pirata, la vida mejor. Sin estudiar, sin trabajar", decía una de mis viejas canciones infantiles. Pues eso.
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