El amor de un padre hacia su hijo dura para siempre, no importan los problemas que puedan surgir entre ambos.
El padre ejerce de guía y referencia del hijo, y tiene como misión darle unos valores, educarlo y hacer de él una persona de provecho para la sociedad. Eso implica marcar unos límites y hacerlos respetar, por lo que en ocasiones los hijos confunden esta disciplina con falta de afecto.
Puesto que un padre tiene que conjugar su cariño con su tarea de educar a los hijos, hacerse un tatuaje en referencia a ellos es una buena manera de demostrarles lo importantes que éstos son.
Cuando los hijos sean adultos y se conviertan a su vez en padres, entenderán mejor los sacrificios que su progenitor tuvo que hacer, pero mientras tanto, el tatuaje de un hijo en la piel del padre es la forma más evidente de demostrar a éstos hasta qué punto es grande su amor por ellos.
Además, mientras que otros tatuajes pueden tener un gran significado en el momento de hacerlos y perderlo unos años más tarde, el tatuaje de los hijos es con toda seguridad, un tatuaje que seguirá siendo importante en el futuro. Porque el amor hacia los hijos no tiene fecha de caducidad.
Tipos de tatuajes para hijos más destacados
Si eres padre y estás pensando en hacerte un tatuaje en honor a tu hijo, aquí tienes algunas ideas que te ayudarán a elegir
1. Tatuaje del nombre de tu hijo
Tatuarte el nombre de tu hijo es una de las opciones más populares, aunque hay muchas formas de hacerlo. Puedes elegir una zona concreta del cuerpo que tenga un fuerte simbolismo, como puede ser el pecho, en la zona del corazón, o la parte interna de las muñecas, como forma de indicar que su sangre corre por tus venas.
También puedes acompañarlo de su fecha de nacimiento en números romanos, o si tienes un fuerte sentimiento religioso, incluir su nombre dentro del tatuaje de una cruz.
2. Tatuaje de una frase o cita
Aquí se abren muchas posibilidades, ya que puedes optar por tatuarte una cita que haga referencia al amor paterno-filial o elegir una frase que le hayas repetido con frecuencia con la intención de que la interiorice y la asuma como parte de su sistema de valores.
3. Tatuarse objetos o figuras:
Si no quieres algo demasiado obvio y prefieres los tatuajes que guarden un significado solo para vosotros pero que el resto de la gente no pueda identificar fácilmente esta es una de las mejores opciones.
Si tu hijo demuestra un gran interés por alguna afición, como la música, el deporte, o cualquier otra actividad, tatuarte un objeto relacionado con ello es una gran forma de homenajearlo.
Así, puedes grabarte en tu piel un balón de baloncesto o de fútbol, si tu hijo tiene pasión por alguno de estos deportes, o un instrumento musical que tu hijo haya aprendido a tocar. Como los hobbies son casi infinitos, esto te ofrece un mundo de posibilidades: ¿Vais juntos de pesca? Una caña de pescar. ¿Os gusta el ciclismo y lo practicáis juntos frecuentemente? Una bicicleta.
Se trata de un modo de reforzar los vínculos que os unen por medio de una actividad que disfrutáis practicando juntos o que para él es muy importante.
4. Tatuaje de su rostro
Los hijos crecen a más velocidad de la que queremos admitir, y muchos padres, cuando sus hijos son todavía pequeños, dicen aquello de “¡Cómo me gustaría que se quedara así para siempre!”.
Si bien ese deseo es imposible de cumplir, puedes guardar la imagen de tu hijo en un determinado momento de su vida tatuándote su rostro, de manera que toda la vida puedas recordar como era a determinada edad.
Este es, además, un tatuaje que a tu hijo le encantará mirar cuando crezca y se convierta en adulto.
La relación entre padres e hijos pasa por diferentes etapas a lo largo de la vida. Conforme los hijos van creciendo y siendo más responsables, empiezan a valorar más lo que sus padres hicieron por ellos. Por eso, cuando tus hijos crezcan y se pongan en tu piel, les encantará ver como tú los incorporaste a la tuya para tenerlos siempre a tu lado durante el resto de la vida.
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