Cuando Máximo Décimo Meridio es capturado, débil y enfermo de dolor tras haber perdido a su esposa y a su hijo a manos de Roma, uno de sus compañeros le observa borrarse a cortes el tatuaje que lleva en el brazo, el del símbolo de la legión: "¿Eso no hará que los dioses se enfaden?", le pregunta, a lo que Máximo, protagonista de la película Gladiador, no responde otra cosa que una enigmática sonrisa.
Si algo nos enseña esta esta particular escena de la película es de los tiempo de los romanos han existido los tatuajes, cuanto menos, y que, ya desde entonces, las circunstancias podían llegar a aborrecerlo. Gladiador era ficción, pero ya sabéis lo que dicen: "La realidad siempre supera a la ficción". ¿Dónde, si no, iban a inspirarse los cineastas? En fin...
Nuestro "post" hoy va, precisamente, sobre tatuajes del ejército o militares. Posiblemente, no haya un cuerpo, fuerza o institución del Estado que se identifique más con el orgullo patrio que el ejército, pues es el encargado, fundamentalmente, de la defensa del territorio. Según el país del que hablemos, sus efectivos también viajan, por ejemplo, para desarrollar tareas humanitarias o de defensa de la población de un país concreto si se considera que está en extrema vulnerabilidad. Pero sobre todo, como decimos, defender el territorio.
Entre los mismos soldados o entre los simplemente amantes de lo bélico existen multidud de opciones para tatuarse, relacionadas con la guerra. Una de ellas son las armas. Entre ellas podemos encontrar arsenal variado como el fusil de combate o la ametralladora, que luego combinan con algún otro motivo que le sugiera un siginificado especial. Es el caso, por ejemplo, de una bandera y se trata, sin más, de unir la razón de ese arma concreto con el símbolo de aquello que justifica tal uso: el amor a tu país.
Desde tiempos inmemoriales el hombre ha aprendido a hacer la guerra, ha desarrollado estrategias de defensa y protección que, junto a otros factores, han permitido que haya evolucionado hasta ser lo que hoy es. La guerra, pues, también cuenta con su propia y larga intrahistoria, como es el caso de los vehículos, los enseres o los materiales utilizados, objetos de coleccionista. Volviendo al cine, ¿os acordáis de Pearl Harbor? Las avionetas utilizadas también podrían quedar bien "sobrevolando" un brazo o un pecho.
Lo militar, desde luego, ha trascendido las fronteras de los mismos ejércitos, y también está presente en la moda. La tela de camuflaje, el verde militar o complementos como el colgante identificativo dan buena cuenta de ello. Pasa lo mismo con la piel, donde, como siempre, podemos encontrar multitud de opciones. Para la vida, recuerda. Siempre el amor arriba.
De nuevo otra águila. Las águilas y las iniciales del ejército americano son los motivos más populares en este tipo de tattoos.
Un soldado con un cigarro en su boca, y todo lo necesario para ir a la guerra.
Los americanos son personas muy patrióticas que aman su país. Para ellos, su país es el mejor del mundo.
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