Hace unos años, los tatuajes tribales tuvieron un auténtico "boom". Pocos eran los que pasaban por los estudios que no caían en la tentación de marcarse uno para siempre. Acaparaban gran parte del libro de muestras, del catálogo y era, lógicamente, fiel reflejo de su gran repercusión.
Desde entonces y hasta ahora, la técnica ha avanzado a pasos agigantados, lo que ha permitido que ahora sí que se puedan imprimir en la piel motivos que antes parecía imposible que quedaran bien, muchísimo más complicados de plasmar que un tribal.
Es por eso, quizás, fruto de esa precisión por lo que ahora no es tan abismal la diferencia entre quienes se hacen tatuajes de motivos tribales y el resto, lo que no significa, claro está, que lo tribal no se siga llevando. Porque lo que es molar, molan y mucho. Además, por aquello de que solo utilizan el negro resultan mucho más asequibles que aquellos otros dibujos que se sabe de antemano quedarían mejor a todo color.
Ya sabemos que menos es más, así que comencemos por los motivos tribales pequeños. Sus formas suelen ser verticales y combinando puntas alargadas, también incluyendo en ocasiones pequeños detalles redondeados. Cuando los tatuajes no eran tan famosos y aceptados como lo son ahora, había quien (fascinados por ellos pero todavía no tan atrevidos) se decantaba por un tribal pequeñito que escondía por su cuerpo.
Hoy ya la cultura de los tatuajes está tan difundida que, excepto en determinadas profesiones donde aún parece tabú, lo podría llevar cualquiera. Pero, sin embargo, eso de llevar uno pequeñito en alguna zona del cuerpo, que solo se pueda descubrir ante quien descubra ciertos "secretos" anatómicos, sigue resultando de lo más tentador. ¿Nunca has oído esa técnica de "ligoteo" en la que alguien le sugiere a otro alguien descubrir cómo es su tatuaje? Pues eso.
Hemos comenzado hablando de pequeños y con formas verticales, pero los medianos y horizontales también dejan grandes resultados. Son estos muy elegidos para adornar, por ejemplo, la zona baja de la espalda, casi pegado ya a las nalgas. A nuestros ojos es algo similar a una corona, puesto que culmina con sinuosas puntas y, en el centro, lleva un motivo algo mayor. También se antoja como algo similar a un/a guerrero/a empuñando sus armas afiladas. Imaginación al poder siempre.
En esto de los tatuajes tribales, la imaginación, precisamente, juega un papel destacado. Porque con las formas utilizadas para hacer un diseño se pueden hacer muchísimos más. Vamos a detenernos, por ejemplo, en las posibilidades que ofrece el mundo animal.
Hay a quien le gusta que su tatuaje sea lo más realista posible, pero quienes adoran mejor las formas icónicas en la que no todo esté al detalle. En ese caso, te sugerimos que tengas en cuenta lo que se puede hacer escogiendo, por ejemplo, la figura de un animal determinado y lo marques con motivos tribales. A modo ilustrativo, un clásico: el tigre. Se puede representar bien en plena caza, con el cuerpo en posición de atacar, o con un primer plano de su cara, dejando un recoveco para los ojos que incluso se podría rellenar, por ejemplo, con tinta amarilla. El resultado sería espectacular, podéis creerme.
Resultados igualmente asombrosos dejan otros animales que transmiten la misma fuerza que el tigre como, por ejemplo, el león, el caballo o el lobo. Pero continuemos con motivos naturales, pasemos a un mundo que en esto de los tatuajes (como ya te habrás dado cuenta) es nuestra predilección: las flores.
En su caso, una buena combinación puede dejar un resultado muy hermoso y femenino, ideal para mujeres. Una composición que dejaría a cualquiera con la boca abierta podría estar coronada por la corola con sus pétalos y, a partir de ahí, dibujar una enredadera que podría surcar la piel, haciendo formas curvas y separando, por qué no, otros pétalos. El resultado sería sublime si jugamos con el color, dándoselo solo a la flor y dejando en negro la enredadera que sería el tallo y las hojas. Aunque ya hemos dicho que el tribal también se deja tatuar solo en negro.
La tribal, en definitiva, es una moda que no cae, que se sabe reinventar a sí misma y dejar resultados bien sutiles y gráciles, bien agresivos y transmitiendo fuerza. Seguro que también hay uno para ti.
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