Vampiros, zombies, el hombre lobo, dragones, Frankenstein, Nessy, el Yeti, King Kong, orcos, el Minotauro…todos son monstruos de la literatura, la mitología o el cine que en ocasiones nos asustan y en ocasiones nos enternecen.
Los monstruos son en cualquier caso, seres sobrenaturales. Todos son productos de la imaginación humana y por esa misma razón el ser humano juega con explorar sus límites, con aportarle atributos que puedan experimentar esos seres en la ficción porque en la realidad los humanos no podemos vivir, por estar encorsetados en la ordenada sociedad occidental.
En otras ocasiones, como en el caso del monstruo del lago Ness o el Yeti, los monstruos son productos del desconocimiento humano, nuestro conocimiento de la realidad alcanza ciertos límites, lo que no somos capaces de explicar mediante la ciencia y el conocimiento empírico, lo hacemos a través de tribulaciones como la presencia de animales misteriosos y peligrosos como el abominable hombre de las nieves o la supuesta enorme criatura marina del lago Ness (marina y lago en una misma frase puede ser un poco incoherente, soy consciente).
Monstruo es también sinónimo de persona cruel y perversa, se dice que una persona es un monstruo cuando hace daño a sus iguales o a otros seres vivos por simple gusto. Los monstruos han protagonizado incontables películas de terror y pesadillas, pero también su imagen se ha dulcificado con las películas de animación. Los vampiros por ejemplo han evolucionado de ser unos seres a los que temer a ser unos seres por los que se siente compasión, como en la saga Crepúsculo, que sufren y no están conformes con su condición.
Con los tatuajes de monstruos también podemos establecer ciertas categorías. Los monstruos conocidos de los que hablábamos anteriormente (esos son sólo algunos ejemplos); los monstruos mitológicos (todas las formas de mitologías tienen monstruos, la mitología griega, la mitología nórdica, el Imperio Romano, etc.), los monstruos del cine y también los propios monstruos que salen de nuestra imaginación.
En este último caso, para diseñar un tatuaje de un monstruo se utilizan mucho las calaveras, la sangre, los dientes y colmillos, los cuernos, las cicatrices, el fuego o las miradas intensas. Estos elementos pueden conseguir un tatuaje terrorífico. Cuanto más grande y más detalles posea el tatuaje mayor impresión causará.
En cambio, si queremos un tatuaje de un monstruo tierno, inocente, que nos traiga recuerdos de nuestra infancia, nuestra apuesta deberá optar más por tatuajes de pequeño tamaño, con seres regordetes, divertidos y con colores alegres.
La mejor manera es irse a un estudio de tatuajes, confiar en algún monstruo de los tattoos y dejar que trabaje, si es un monstruo será porque sabe hacer muy bien su trabajo, ¿no creéis?
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