¿Tatuajes caseros? Sí. ¿Caseros? Que sí, que has leído bien. En esto de los tatuajes también hay gente que se decide a experimentar con su propia piel. Aunque, eso sí, la mayoría se decide con tatuajes que luego puede quitarse con facilidad. Si quieres verte justo en el sitio elegido un tatuaje para ver qué tal te queda o si eres un/a incipiente tatuador/a profesional que necesita practicar diseños, ¡pon atención! Este artículo está hecho para ti.
Hay muchas fórmulas en Internet para hacerte un tatuaje casero. Una de ellas con un bolígrafo o rotulador permanente, de esos que en ratos de aburrimiento en clase te puede hacer tu amigo/a. Bueno no, siempre invitamos a que se aproveche el tiempo, ya sea durante la etapa básica, secundaria o estudios superiores.
Lo primero, en todo caso, es hacer un diseño acorde, uno que nos guste. Se puede intentar tantas veces como se quiera hasta poder plasmar en el papel lo que tenemos en nuestra cabeza, sin desperar. No hace falta ser un Picasso, si se no se te da bien el dibujo, piensa que cada borrador fallido te colocará más cerca de TU diseño, el que realmente estás buscando. Una vez te salga, se trataría de copiarlo con, por ejemplo, lápiz delineador.
Si no te va la historia del delineador y prefieres la tinta, has de saber que tantas otras son las opciones que se pueden encontrar. Te contamos, por ejemplo, aquella en la que necesitarás papel, un plato, una botella y un mechero. Se trataría, tan solo, de quemar el papel y dejar que las cenizas caigan sobre el plato, que habrás de juntar luego en la botella y mover. Se quedaría un polvillo al que luego tendría que agregar un poquito de agua, hasta conseguir la textura deseada. No olvides tomar las debidas medidas de seguridad, dado que vas a hacer ascuas en casa. ¡No queremos que ocurra ningún accidente!
Una opción más avanzada es la que utiliza polvo de henna, que puedes encontrar en un herbolario. Se trata de depurar, elegir con cuidado el polvo de henna o pasarlo por un tamiz para que no tenga grumos. Se puede verter dentro de una media doble y hacer un nudo a la parte superior para que evitar que se salga el polvo.
Luego habría que ponerla dentro de un recipiente y agitar. Una vez tamizado, habría que echar el polvo en un recipiente pequeño, como un bol, para luego agregar el zumo de limón y que salga una mezcla aguada. Se le puede echar también un poco de miel para que la mezcla se haga algo más espesa. Luego habría que dejarla reposar varias horas cubierta con papel transparente. Con la ayuda de un recipiente con vertedor, haz el dibujo que quieras sobre la zona elegida y déjalo secar durante horas.
Es lógico que con materiales tan rudimentarios y asumiendo que no somos "cracks" de la profesión (aún), tampoco es que podamos aventurarnos a hacer diseños superelaborados. Te invitamos, pues, a que elijas diseños sencillos. No te preocupes, como te hemos dicho alguna ocasión "menos es más", por lo que busca algo pequeño pero que tenga mucho significado, como puede ser un corazón, un ancla, una estrella o una flor.
Podrías enseñarlos a quienes están a tu alrededor, para gastarles una broma o para que lo vayan asumiendo. Incluso podrías usar letras para hacer frases disparatadas de las que nadie se tatuaría en su sano juicio ya que, al final, el tatuaje quedará borrado. Sabiéndolo, ¿verdad que es fácil atreverse?
Escribe un comentario