Es importante ser conscientes de que hay personas que se ponen muy nerviosas cuando los perros ladran y es completamente normal, pero debemos prestar atención a entender el lenguaje de los perros.
El lenguaje canino es complejo y es muy energético, pero es una forma para ellos de comunicar su bienestar (o malestar), su forma de ver el mundo y el estatus en el que se encuentran dentro de una comunidad.
Una lista de algunos significados con los que se relacionan a los perros son: fidelidad, lealtad, compañero, inteligencia, obediencia, protección, comunidad, cooperación, comunicación y percepción sensorial.
El tema de la comunicación es un tema central como hemos podido ver anteriormente en relación con este animal. A menudo se ha considerado a este animal como una conexión entre las dimensiones física y no física. Los antiguos egipcios, griegos, romanos y celtas consideraban al perro como un guardián de otros mundos y de ahí que también se relacione con la muerte, con un guía espiritual encargado de los viajes en esta dimensión (la espiritual).
Si consideramos Anubis, el dios egipcio encargado de acompañar y de asegurar la supervivencia del alma en la transición de la realidad (el mundo físico) al mundo espiritual, podemos observar que tiene cabeza de perro, por lo que se le achacaba un gran poder sensorial y perceptivo propio de los perros. Además, los perros representan protección, guía, lealtad y adherencia a las energías espirituales que no somos capaces de percibir. Por lo que con lo que hemos comentado hasta ahora, podemos ver claramente que el perro se relaciona con la seguridad, la protección y se le considera un guardián.
En cuanto a los celtas, los perros representaban el heroísmo. Algunos de los atributos que se le relacionaban eran coraje, persistencia y virilidad. Esto se debe en gran parte a que los celtas utilizaban a estas criaturas en actividades de caza, por lo que se les entrenaba para que estuvieran preparados para la batalla. Por lo que podemos ver aquí valores similares a los nombrados anteriormente y que tienen que ver con la defensa y la protección. También se relacionaba a los perros con un simbolismo se guía y se le asociaba con el dios celta Nodens, dios de las aguas, la caza y la guía. También se relacionaban con otro dios celta, Sucellus, el cual era dios de la protección y la provisión (desde una perspectiva relacionada con la agricultura).
Las tribus indias nativas americanas han dependido mucho de esta especie en relación a que la consideraban como guía y apoyo en las elecciones del día a día. Antes de los caballos, eran los perros los que se entrenaban para ayudar a las tribus en actividades de caza. De hecho, cuando se empezaron a “utilizar” los caballos, introducidos por los norteamericanos gracias a los españoles, les llamaban “perros del cielo”, ya que eran tan útiles como sus aliados caninos. Algunos de los valores que les asociaban en aquel entonces eran los de apoyo, fidelidad, comunidad, protección, amistad y comunicación.
En cuanto a la simbología china, los perros se consideraban como representación de la amistad. Esto se puede deber, en parte, a que una de sus leyendas tenía a un perro llamado Fu el cual era encargado de guardar los espacios sagrados y era el protector principal. Los asiáticos en general, consideraban al perro como un ser astuto, símbolo de buena suerte, lealtad, obediencia y prosperidad. Otro valores a destacar serían los de transición e inteligencia.
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