Se dice que cuando una rana se cruza en tu camino, es la ocasión ideal para la transición. De hecho, las ranas son un tipo de animal que sufre una serie de cambios bastante grandes conforme va creciendo, del mismo modo que lo hacemos los humanos.
Uno de los colectivos que más se pueden identificar con este animal, es el colectivo de los adolescentes, ya que ellos pueden sentirse de manera parecida a las ranas en relación al proceso evolutivo y de crecimiento que están sufriendo y la posición entre medio de la juventud y la adultez en la que se encuentran dentro de la sociedad.
Para muchas culturas el simbolismo principal de las ranas tiene que ver con la fertilidad. Esto no es algo sorprendente, ya que numerosas especies de animales se asocian con este elemento, aunque en el caso de la rana, cabe decir, que en mayor proporción. Esto quiere decir, que en muchas culturas la rana se ha visto como un animal fértil, debido a la gran cantidad de huevos que es capaz de poner, por tanto se ha podido relacionar no sólo con el símbolo de fertilidad, sino paralelamente con el de abundancia.
Algunos de los elementos y palabras claves asociadas con las ranas son: suerte, pureza, renacimiento, renovación, fertilidad, liderazgo, transiciones, sueño o mundo onírico, oportunidad, intermediario y el proceso de metamorfosis.
En Egipto, Heket, era un dios con cabeza de rana y este se relacionaba con la fertilidad y los nacimientos.
En cuanto a la simbología celta cabe decir que la rana se ha visto como señor poseedor de la tierra y los celtas creían que representaba la curación y los poderes de liderazgo debido a su conexión con el agua y las lluvias.
Los enfoques que se le dan desde una perspectiva europea tiene que ver con las etapas de desarrollo de este animal, es decir, cuando es un huevo, renacuajo y cuando se convierte finalmente en una rana. También simboliza la resurrección y la evolución espiritual. Por estas razones, los cristianos tienen a las ranas como símbolo de la sagrada trinidad y la resurrección. De hecho, se puede ver a menudo en diferentes obras de arte que tienen que ver con el cristianismo, precisamente para expresar este simbolismo.
En China la rana es considerada como un emblema de la energía del Yin (haciendo referencia al Yin y el Yang), y vista como símbolo de la buena suerte. De hecho, el feng shui (una práctica que sirve para relajarse) recomienda poner una imagen de una rana en una ventana que dé al este en tu casa, ya que según esto se promueve la fertilidad y una vida familiar feliz.
La energía de la rana es también considerada como una relación entre la vida y la muerte. Una vez más podemos ver la importancia de la dualidad en la simbología de muchos animales, entre ellos, la rana.
En Japón, la rana es vista como símbolo de buena suerte, especialmente para los viajeros. Por ello las imágenes o amuletos que representan a este animal son considerados elementos que dan buena suerte, sobre todo cuando el viaje implica cruzar un mar o río. También se dice que la palabra rana en japonés es la misma palabra para decir vuelta o volver, por lo que los viajeros pueden llevarla como amuleto con ellos para volver a casa de manera segura. Además, los amuletos de rana son a menudo llevados en carteras para no perder el dinero que se lleva en ellas.
Los hindúes ven a las ranas de una manera algo más profunda, ya que ellos creían que las ranas eran las encargadas de la protección del mundo dentro del espacio y que la rana representaba además la oscuridad.
Algunas de las áreas de nuestras vidas en las que se dice que la rana puede ayudarnos como amuleto son: cuando necesitamos atravesar diferentes transiciones en relación a etapas vitales; cuando necesitamos un elemento que nos proporcione seguridad cuando viajamos; cuando queremos mejorar nuestra intuición, fuerza y nuestra conexión con el mundo espiritual.
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