Personalidad y compatibilidad en el amor de los nacidos el 23 de Septiembre

En el amor, los nacidos el 23 de septiembre suelen ser más compatibles con Aries (los nacidos entre el 21 de marzo y el 20 de abril). En la amistad, con Leo (del 22 de julio al 23 de agosto). Lee a continuación y conocerás más detalles sobre la personalidad de los nacidos el 23 de septiembre.

Los nacidos el 23 de septiembre suelen tener dos caras distintas en su personalidad. Por fuera pueden parecer afables, entrañables, sofisticados, amables y considerados, mientras que por dentro luchan contra sus demonios personales.

Extremadamente reservados, pueden ser muy diferentes en privado y suelen ser propensos a expresar sentimientos y emociones oscuras.

Las personas productivas y creativas nacidas en este día suelen ser capaces de expresar ambas facetas de su naturaleza en el trabajo, sin contradicciones ni miedo a la censura.

Los problemas pueden surgir en la vida personal, que a menudo no solo es agitada, sino que a veces es destructiva. Individuos misteriosos, están en contacto con todo el espectro de emociones humanas que ellos mismos expresan en un momento u otro. También saben revelar lo mejor y lo peor de los demás; a través de una mirada penetrante, los nacidos en este día pueden exponer las debilidades, dificultades e inseguridades de los demás con gran impacto. Esta capacidad se debe a que disponen de una sensibilidad mental y emocional ampliamente desarrolladas.

No es de extrañar que los nacidos en este día parezcan vivir la vida con más intensidad que los demás. Están abiertos a una gama de experiencias más amplia de lo que la mayoría de la gente puede soportar. Es como si los colores de su paleta fueran un poco más fuertes, las luces y sombras de su lienzo más contrastadas.

A veces se muestran lógicos y emocionalmente objetivos, otras veces apasionados, quizás irracionales, con una fuerza irresistible... ¡y todo esto puede ocurrir en el breve espacio de unos minutos o segundos! Otros pueden preguntarse cómo alguien puede cambiar tanto y ser tan adaptable a las circunstancias.

Dado que suelen tener un alto índice de rotación en las relaciones interpersonales, pueden sentirse algo solos en el mundo.

Incluso pueden empezar a preguntarse si alguna vez encontrarán a la persona adecuada para ellos. Los que se dan cuenta de que el origen de su insatisfacción es su naturaleza difícil tienen muchas posibilidades de promover los cambios necesarios. Estas personas pueden obtener una gran satisfacción simplificando su vida emocional.

Mantener el equilibrio e integrar los distintos aspectos de su personalidad es una tarea ardua pero muy gratificante para ellos.

Es muy cierto que la fricción generada por la lucha interior pone en marcha su máquina creativa. En consecuencia, algunos nacidos en este día pueden temer que, al volverse más regulares o normales, se despunten. Tal vez sea una cuestión del valor que le dan a la felicidad.

Para los nacidos el 23 de septiembre es esencial desarrollar una conciencia altamente sintonizada con el efecto que tienen sobre los demás. Cultivar el lado más altruista de su ego y, tal vez, someterse a algún poder espiritual superior centrándose en pequeños actos cotidianos de bondad hace que la vida sea más fácil para ellos mismos y para los que les rodean.

A menudo, están sujetos a cambios de humor y a drásticas fluctuaciones emocionales. Deben luchar contra los sentimientos negativos en particular y aprender a no lanzarlos contra sus seres queridos. Cultivar la fuerza de voluntad personal y el autocontrol también ayuda a su salud física. En general, al ser muy opinante en cuestiones de interés médico o de salud, es muy difícil aconsejar o convencer a los nacidos en este día. Por lo tanto, es muy importante que cuenten con un médico que respeten y en el que confíen para que les guíe.

No son ajenos a los placeres de la cama y la mesa que, aunque son un saludable indicio de vitalidad, deben moderarse no solo en su beneficio sino también en el de su pareja. Puede ser necesario restringir severamente o eliminar el alcohol, la nicotina, el azúcar u otros estimulantes. Es importante que se den cuenta de que, en realidad, pueden tener menos miedo del mundo que de sus propias defensas. El verdadero peligro, el que hay que vigilar, suele estar en ellos mismos.

Tienen que aprender a regular su energía, en lugar de dejarse llevar por ella. Son ellos los que deben establecer las reglas, disminuyendo su impulsividad. Si aprenden a mantener sus prioridades y son algo más amables consigo mismos, su vida será mucho más satisfactoria.

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