Personalidad y compatibilidad de hombres y mujeres nacidos un 23 de Enero

Los nacidos el 23 de enero disfrutan de una mejor compatibilidad en el amor con los Virgo (del 24 de agosto al 23 de septiembre). Si hablamos de amistad, sus mejores amigos casi siempre serán los Escorpio, es decir los nacidos entre el 24 de octubre y el 22 de noviembre. Lee a continuación para descubrir un poco más sobre los nacidos el 23 de enero.

Los nacidos el 23 de enero pueden contar con la admiración y la lealtad de quienes les rodean. Hay ciertos elementos encantadores en su personalidad que parecen atraer a la gente como moscas. Sin embargo, naturalmente, esto crea una serie de problemas.

Dadas las expectativas depositadas en ellos por los demás, en términos de proyección psicológica (en casos extremos, con resultado de devoción), su carga, de hecho, es bastante pesada.

No solo para sus fans, sino también para sus familias, amigos y socios, los nacidos el 23 de enero a menudo tienen que actuar como iconos, encarnaciones perfectas de lo que los demás quieren que sean.

No es de extrañar que también sea común la envidia de quienes desean lo que ellos tienen o se sienten inferiores a ellos.

Es natural que muchos nacidos el 23 de enero parezcan arrogantes o engreídos, ya que a menudo se han colocado o se han colocado en una posición exaltada desde su juventud.

Es posible que adopten una postura distante principalmente como defensa para proteger su intimidad (otra razón puede ser que trabajen mucho y, por tanto, consideren las intrusiones como distracciones indeseables).

Debido a que albergan dudas sobre su capacidad, los nacidos el 23 de enero a menudo no desean que los demás los examinen tan de cerca. Sin embargo, mientras respondan a los deseos de los demás y satisfagan las expectativas, generalmente consiguen mantenerse en una posición destacada. El problema es que pueden llegar a ser completamente ajenos a lo que realmente quieren de la vida.

En algún momento tendrán que reunir el valor necesario para romper las falsas imágenes sobre sí mismos y convertirse en quienes realmente son. Una forma de conseguirlo es ser más transparente, es decir, estar más dispuesto a permitir que los demás vean sus pensamientos y emociones.

Esta transparencia exige que se distancien menos, que participen con los demás en el toma y daca normal de la vida cotidiana, así como en las alegrías y las penas, en pie de igualdad.

En pocas palabras, necesitan bajarse de su pedestal y comenzar a mezclarse con los demás. Hasta que no lo hagan, seguirán siendo tratados como seres diferentes, lo cual, aunque sirve como una especie de placentero masaje al ego, realmente no hace nada por su personalidad, su crecimiento personal o su desarrollo espiritual.

Al darse cuenta de que la admiración de los demás puede ser realmente manipulada y que, de hecho, están obsesionados con ella, habrán dado el primer paso positivo hacia el cambio.

Renunciar a ciertas actividades o amistades puede ser esencial para su transformación, es decir, para convertirse en quienes son realmente. Una vez que lo consigan, serán libres para volver a brillar, pero esta vez con su verdadera luz interior, que no necesita reflejar lo que otros desean ver.

Estas personas pueden ser demasiado atentas o completamente negligentes en cuanto a su aspecto físico. Es importante que adopten una actitud estable y no obsesiva hacia su piel, su pelo y su cuerpo.

Formar parte de un equipo deportivo, hacer ejercicio en un gimnasio, asistir a una terapia de grupo o a clases de yoga puede beneficiar su psique y acercarles a la gente.

Las aficiones culinarias, en particular la preparación de comidas con la familia y los amigos, son muy recomendables. En cuanto a la dieta, los nacidos en este día deben tener cuidado de no matarse de hambre ni entregarse a regímenes de adelgazamiento cuestionables. Se recomiendan comidas bastante variadas y deliciosas.

Los nacidos el 23 de enero suelen considerar el afecto y la amistad al menos tan importantes como las formas íntimas de expresión sexual y se sienten bien cuando logran un equilibrio entre ambos.

Necesitan ponerse en sintonía con los demás y no dejarse llevar por expectativas ajenas. Son muy especiales, pero no porque lo digan otros. Deben luchar por mantener su propia identidad.

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