Los nativos de estos signos tienen una predisposición natural a actuar de forma manipuladora y controvertida. Además, es difícil saber cuándo dicen la verdad y cuándo no.
Las relaciones sociales son la base de la evolución humana. El lenguaje, la escritura, las artes y la música nos demuestran que estas manifestaciones son capaces de pasar de generación en generación, fortaleciendo los vínculos entre la gente. Además, pueden transmitirse algunos valores esenciales, como la lealtad, la honestidad, la humildad y el amor.
Pero las relaciones no están hechas únicamente de cosas buenas. Hay personas que son expertas en manipular los sentimientos ajenos y que demuestran tanta seguridad en sí mismos, que sus comportamientos inadecuados pueden pasar desapercibidos. Se trata de personas que derrochan encanto, pero también son victimistas y egoístas y son capaces de tensar toda la cadena de bondad que existe en el mundo.
Las personas pertenecientes a estos tres signos actúan siempre en beneficio propio y con tal de salirse con la suya, no dudan en mentir y engañar incluso a los más allegados. Echa un vistazo a nuestra lista y comprueba si formas parte de este grupo de traicioneros, que lo único que quieren es sacar provecho de los demás.
Géminis
Regidos por el Aire, los geminianos abren nuestra lista. Su curiosidad y su falta de compromiso a la hora de enfrentarse a la vida y a las relaciones humanas les han hecho ganarse este primer puesto. Dotados de una mente ágil, sagaz y versátil, los nativos de este signo utilizan su dualidad para entrar y salir de las relaciones, con la excusa de que la otra persona no cumple sus expectativas.
Cuando se dan cuenta de que no obtienen ningún beneficio de alguna de sus relaciones, tanto afectivas como amorosas, los geminianos no permanecen mucho tiempo en esta situación. Muestran su versión más inmadura y transforman su versatilidad en un instrumento de falsedad y manipulación.
Ten mucho cuidado si te relacionas con alguien de este signo y no permitas que tu relación se vuelva jerárquica.
Sagitario
Los sagitarianos pertenecen a un signo de Fuego y, al igual que los geminianos, son extremadamente comunicativos. Su facilidad para hacer amigos puede darnos una idea de la superficialidad de sus relaciones. Los sagitarianos siempre están preparados para irse, se aburren con facilidad y si lo consideran necesario, se distancian incluso de sus amistades duraderas, sin pensárselo dos veces.
Siempre están rodeados de personas y esta característica puede convertirse en un gran defecto si no se administra adecuadamente: la vanidad. Por supuesto, la vanidad en pequeñas dosis no hace daño a nadie, pero cuando se vuelve excesiva, puede hacer que la persona vanidosa se vuelva totalmente superficial.
Ten cuidado al relacionarte con los sagitarianos, ya que su deseo de libertad y su convicción de que lo saben todo pueden hacer que te abandonen rápidamente.
Capricornio
El último signo de esta lista es Capricornio y su motor principal es el elemento Tierra. Los capricornianos suelen tener los pies sobre la tierra. Son pragmáticos y están llenos de objetivos. Por ello, pueden dejar sus relaciones sociales en un segundo plano, ya que consideran que alcanzar el éxito es mucho más importante que convivir con la gente. Sin embargo, olvidan que para alcanzar las metas más importantes, es necesario contar con el apoyo y la amistad de nuestros seres queridos.
Su excesivo pragmatismo, unido a su exagerado enfoque de los objetivos, puede hacer que los capricornianos se vuelvan codiciosos y ambiciosos. Si te relacionas con alguien de este signo, recuerda siempre que la relación solo es saludable si das tanto como recibes. Si la otra persona se preocupa únicamente por sí misma, sin prestar atención a los demás, es señal de que no cosecharás buenos frutos.
No todos los nativos de estos signos manifiestan este comportamiento, ya que todas las casas del zodíaco tienen luces y sombras. Se trata simplemente de dos caras de la misma moneda, que juntas, trabajan para construir algo mucho mayor: la personalidad humana. Estamos hechos de los retazos de todo lo que hemos vivido, cosidos a nuestras características. Todo está repleto y puede cambiarse.
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