Una pareja incierta y a la vez prometedora, donde cualquier cosa puede ocurrir. Si logran encontrar un equilibrio, vivirán un amor duradero y feliz.
Desde los primeros encuentros, Tauro cae rendido a los pies de esta mujer tan magnética, sensible y de apariencia engañosamente frágil. Su emotividad a flor de piel le conmueve profundamente y sólo sueña con protegerla, abrazarla para siempre, hacer de ella su esposa, su musa. Y está dispuesto a hacer cualquier cosa para lograrlo.
Por su parte, la mujer Piscis pronto también se siente atraída por este hombre tan sólido y firme, y piensa que puede ser un buen refugio para ella, que puede ser ese hombre que la haga tener los pies en la tierra, a ella, que a veces tiende a perderse entre sueños muchas veces imposibles de cumplir.
No obstante, no todo es perfecto entre ambos. Sus distintas percepciones de la vida bien podrían llegar a separarles si no tienen cuidado o un poco de paciencia. La mujer Piscis es difícil de seguir porque vive en otro mundo. Es una mujer soñadora. En cambio, el hombre Tauro siempre tiene los pies en la tierra. Es una persona que siempre actúa de forma coherente y no deja que sus sueños se adueñen de su voluntad. A pesar de tener los pies en la tierra, a veces tendrá dificultades para traerla de vuelta al mundo terrenal, incluso cuando ya disfrutan de una estabilidad en la relación.
Por otro lado, la mujer Piscis a veces tiene dificultades para comprometerse a largo plazo, no por falta de sentimientos ya que es muy sensible y sentimental, sino más bien por su naturaleza profunda que la empuja constantemente a dejarse llevas por sus sueños. El valeroso Tauro tendrá que ser paciente y esforzarse mucho para entenderlo. Tendrá que darle toda su confianza y aceptar en su interior que ella puede ser diferente.
Por último, otro problema que puede surgir en esta pareja, es que el hombre Tauro es un poco posesivo y celoso, y le gusta dominar a sus parejas. Le encanta sentir que tiene el control mental sobre ellas e incluso que sus parejas desarrollan una dependencia emocional con él. Por lo tanto, ella tendrá que tener cuidado de no dejarse moldear demasiado por su pareja. Si tras un tiempo, se da cuenta que alguien tiene control total sobre su vida, bien podría oponer resistencia y querer escapar de esa situación, creando muchos conflictos que podrían llevar la relación hasta un punto sin retorno.
Si encuentran un equilibrio, es muy probable que vean que su unión continúa. Sus diferencias se convertirán entonces en algo enriquecedor en lo que apoyarse en su vida diaria. Tauro aportará realismo y su compañera Piscis fantasía. Y esto ocurrirá en todas las facetas de la vida.
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