Una unión rebosante de pasión entre la ardiente Escorpio y el sensual Tauro.
En el juego de la seducción, la Escorpio es ágil e intuitiva. Hace de Tauro su presa y rara vez se rinde, incluso si él muestra poca receptividad a sus intentos.
Ya desde el comienzo las cosas se complican porque estos dos seres son muy diferentes. Hay dos opciones posibles. O pueden hacerse cómplices inmediatamente y encajar por completo el uno con el otro, como si de un puzle se trata, o chocar y que nada funcione entre ellos.
Ambos posesivos en el amor, deberán tener cuidado de que las tensiones generadas por querer controlar la vida del otro no afecten a su vida cotidiana. Depende de ellos saber cómo controlarse a sí mismos y aceptar que el otro miembro de la pareja pueda vivir honestamente con cierta libertad fuera del ámbito de la relación.
Como pareja, ambos se aportan mucho mutuamente. El hombre Tauro, sólido y fuerte, brindará seguridad y estabilidad a esta mujer Escorpio, que tiende a vivir las cosas de la pareja, y en general casi todo, con un poco de ansiedad. Él la tranquilizará, la envolverá con su amor sincero y tierno, y le permitirá ver la vida de una manera más serena y pausada.
Por su parte, la mujer Escorpio aportará un poco de fantasía a la relación. Ella, además, de naturaleza apasionada y volcánica, hará despertar los deseos más profundos en el hombre Tauro.
Sin embargo, los conflictos surgirán y serán inevitables entre ellos por sus grandes diferencias, y es posible que en muchos casos lleven incluso a la ruptura de la pareja. La mujer Escorpio necesita dominar y el Tauro tiende a atrincherarse en su posición, y no acepta ceder en demasiados aspectos. Por lo tanto, a veces les resultará difícil salir de ciertas situaciones. A ellos les corresponde aprender a escucharse mutuamente y no caer en luchar de a ver quién es más poderoso.
Además, los Tauro, que por lo general son gente razonable, a veces pueden perder esta frialdad que les caracteriza a la hora de actuar. Y es que los Tauro no soportan a las personas que no son integras y no responden de la misma manera a dos situaciones iguales. La mujer Escorpio debe evitar a toda costa despertar en él este tipo de emociones desatadas, porque puede llegar un día en el que él no pueda dominarlas y se desate en él una ira que lo lleve a herirla, algo que podría llevar esta bonita relación a su fin.
A pesar de todas estas diferencias, también tienen muchas cosas en común. A ambos los une su deseo mutuo de construir un hogar y la necesidad de sentirse seguros dentro de una relación. Ambos son de una naturaleza fiel. Celosos él y ella, su constancia les permitirá encontrar un equilibrio.
Para que estos dos seres apasionados puedan finalmente vivir en armonía, tendrán que aceptar sus diferencias y enriquecerse mutuamente, dejando de lado su posesividad y sus luchas de poder.
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