Una unión que tiene la complementariedad entre ambos como pilar más importante.
Ya en las primeras citas, el hombre Piscis caerá bajo el hechizo de la Leo. De ella, admira su belleza radiante y sobre todo la facilidad que tiene para sentirse cómoda en todas las situaciones y con todo el mundo. No hay nada que la incomode y siempre está dispuesta a vivir nuevas experiencias sin apenas poner obstáculos.
Generalmente, es la mujer Leo quien suele dar los primeros pasos en esta relación. Inasequible, el Piscis sabe hacerse desear mostrando siempre su lado más misterioso. Es su táctica de seducción y le funciona. Ella, que no está acostumbrada a intentarlo con este tipo de hombres, siente una sensación de intriga, que la lleva de forma natural y por inercia, a seguirlo para intentar terminar de descubrir quién es este hombre tan discreto y misterioso. Hará todo lo posible para hacerle caer en sus redes, no dudando en usar todos sus encantos si fuera necesario.
Como pareja, las cosas no están totalmente claras entre ellos, sus diferencias suponen una ventaja, pero también son fuente de bastantes tensiones. En primer lugar, al hombre Piscis le irritará el temperamento autoritario de su pareja. Aunque a veces le resulte cómodo dejarse llevar por alguien a la que le gusta gobernar su vida y la de los demás, rápidamente se cansará de tener que cumplir con todo lo que ella decide. A la larga, será difícil que él tolere que ella intente controlarlo todo.
Cuando llegan problemas, a Piscis se le hace imposible enfrentarlos, no tiene suficiente valor.
Otro foco de conflictos entre estos dos signos tiene que ver con que el hombre Piscis tiende a refugiarse en su mundo tan pronto como aparecen problemas en la relación. Lo peor es que lo hace sin decir una palabra, sin dar ninguna explicación, algo que deja desestabilizada por completo a su pareja.
Que deje de repente de prestarle atención lleva a la Leo a hacerse mil preguntas. Inquieta, necesita muy pocos gestos de este tipo para imaginarse lo peor, pensar que su compañero la engaña con otra mujer, que ya no la ama o que simplemente está harto de ella. Bajo la apariencia de mujer fuerte, carece de confianza en sí misma y este tipo de situaciones la lleva a desconfiar y a dudar de su amor. Esta inseguridad no es buena porque hace que se hagan tonterías a quién las sufre. Lo ideal sería que el Piscis hiciera todo lo posible para tranquilizar a la Leo y así evitar que ella entre en un conflicto interior y que esta situación afecte a la estabilidad de la relación.
Serán por tanto necesario que ambos hagan ciertas concesiones. Una mejor comunicación, sin ninguna duda, mejorará enormemente las posibilidades para que esta pareja pueda estar junta y feliz durante mucho tiempo. Todo depende de ellos.
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