Una unión bastante arriesgada a pesar de la gran complementariedad que existe entre ellos.
Desde las primeras miradas, la mujer Capricornio, que es de naturaleza más bien reservada, caerá bajo el hechizo de este hombre tan encantador y soñador. A ella le fascina su lado adolescente, su manera de vivir el día a día. Por su parte, el hombre Géminis hará todo lo posible para seducirla. Le encanta mucho su aire de mosquita muerta, su timidez, el misterio que la rodea y hasta su frialdad.
Ambos disfrutan mucho de estos primeros contactos y es por eso que intentan alargar el juego de la seducción el máximo tiempo posible.
Ambos, inteligentes y a la vez divertidos tendrán una relación de esas que todo el mundo envidia, basada en el respeto mutuo. Una relación donde las risas y las conversaciones intelectuales serán el pan de cada día. En cuanto al sexo, el hombre Géminis despertará en la mujer Capricornio ese calor que todo el mundo tiene pero que sólo sale a veces. Todo esto provocará que la mujer Capricornio acabe cambiando durante algún tiempo la forma en la que ve la vida y se atreva incluso a soñar con otra vida, lejos de la estabilidad y la seguridad que tan desesperadamente había necesitado hasta entonces.
Pero esto no durará mucho y ella pronto volverá a poner los pies en la tierra porque el hombre Géminis es de una inestabilidad casi enfermiza. Odia todo lo que es monótono, evita la estabilidad. Es hasta incapaz de permanecer mucho tiempo en un mismo lugar.
Él tampoco se siente demasiado cómodo con la mujer Capricornio y su obsesión por la estabilidad, pese a que piensa que a la larga podría beneficiarle mucho en todas las facetas de la vida. Ella podría ayudarle a centrarse y materializar algunos de sus sueños que requieren de tener una cierta estabilidad como tener una primera vivienda, una familia etc.
Como pareja, si logran superar las numerosas dificultades que les esperan, el hombre Géminis y la mujer Capricornio podrán construir una vida común armoniosa basada en la complementariedad. El hombre Géminis aportará esa locura que toda relación necesita y que contrarrestará en el día a día la seriedad y monotonía de la mujer Capricornio.
Sin embargo, en la mayoría de las ocasiones, estos dos signos se dan por satisfechos tras unas semanas o meses. Su atracción inicial no dura mucho y tan pronto como las cosas se ponen más serias entre ellos y la mujer Capricornio empieza a exigir un poco más, el hombre Géminis se da cuenta que no está dispuesto a perder su libertad y que no quiere en absoluto vivir una vida monótona y sin sobresaltos. El evitar siempre los temas delicados, los compromisos y las responsabilidades por parte de su pareja, lleva a la mujer Capricornio a sentirse completamente insegura y a exigir cada vez más respuestas a su compañero, simplemente para saber hacia dónde se dirige la relación. Todo esto hace que, por lo general, es la mujer Capricornio la que suele poner fin a esta unión, cansada de la independencia que reivindica su compañero e impulsada por su deseo de vivir junto a un hombre más maduro que le proporcione la estabilidad y el plan de vida que ella desea.
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