Dos signos muy distintos pero que cuando quieren y ponen de su parte se complementan a la perfección.
Desde las primeras citas flota una intensidad en el aire, una química verdadera. Ninguno de los dos tiene dudas acerca de lo que busca en una pareja, tienen personalidades muy marcadas.
El Escorpio pronto queda atrapado por el hechizo de la mujer Tauro, su sensualidad y dulzura le atraen profundamente. Si ella se le llegase a resistir, él persistirá, usando todas sus armas para hacerla sucumbir a sus encantos. No está dispuesto a perder la oportunidad de conocerla, aunque es difícil que ella ponga resistencia a este hombre tan carismático y misterioso.
La sexualidad jugará un papel muy importante en la relación permitiéndoles arreglar las inevitables tensiones inherentes a sus diferencias en la cama. Como pareja, sus encuentros sexuales serán apasionados y de una sensualidad devastadora, incluso después de pasados varios años.
Juntos tendrán que enfrentarse a varios obstáculos. El primero de ellos es que Escorpio tiende a evitar las relaciones de dominación, no soporta ser un juguete de su pareja. Esto choca un poco con la personalidad de la mujer Tauro, que intenta siempre tenerlo controlado todo. Es una dominación sana de la que es difícil escapar. Si quieren solucionar este problema, ambos tendrán que ser pacientes y poner de su parte para calmar las tensiones resultantes de este choque entre personalidades. La Tauro tendrá que ser inteligente y trazar un plan para enmascarar este dominio sin que el Escorpio se percate de ello. De no ser así, se arriesgarían a quedarse atrapados en una lucha de poder completamente estéril, que, sin duda, llevará al fracaso de la relación.
El otro obstáculo al que se enfrenta esta unión es que tanto el Escorpio como la Tauro cuando discuten se encienden mucho y recurren a todo tipo de insultos, y lo peor, a reproches de acciones del pasado que no solventan nada y solo hacen empeorar la situación. La mujer Tauro es un poco más capaz de controlarse a sí misma, a pesar de que hay veces que estalla y ya no hay manera de pararla. El caso del Escorpio es totalmente diferente, no hay quién lo pare en este tipo de situaciones. Ambos deben aprender que los errores del pasado hay que intentar dejarlos a un lado porque no aporta nada bueno a la relación estar siempre reprochando cosas que se han hecho mal antes. Además, en ese mismo momento en la que transcurre la discusión, ambos deben intentar calmarse para que la discusión no llegue demasiado lejos y evitar sobre todo que se digan cosas que puedan afectar al futuro de la relación. Ya sabemos que hay cosas muy duras que se dicen y que cambian el devenir de las relaciones para siempre.
Solventando estos pequeños problemas que sin duda van a surgir antes o después, y siempre intentando evitar que los problemas se hagan grandes, afrontándolos cuando llegan, será suficiente para que estos dos signos puedan vivir una larga y bonita historia de amor.
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