Unos minutos son suficientes para que ambos perciban que todo es posible entre ellos.
El hombre Cáncer pronto cae bajo el hechizo de esta mujer reservada y un poco fría. Intuye que esta modestia y timidez pueden ocultar muchas otras cosas buenas y ese misterio le excita. Aprecia su mente inteligente, su infalible agudeza mental. A su lado, se siente bien, algo que es bastante raro en este hombre hiper ansioso que a veces tiene problemas para confiar en los demás.
La mujer Capricornio pronto también se deja seducir por este hombre sensible y tan atento con ella. Se siente reconocida y segura cuando está con él. Aun siendo una mujer de apariencia fría, con él todo es más fácil, no le importa hablar de sus sentimientos y éste le permite abrirse y tratar sus propias emociones. Ella sale muy reforzada de esta relación, gana en confianza.
En pareja, el hombre Cáncer y la mujer Capricornio se complementan perfectamente. La Capricornio, tranquilizadora y estable, sabe cómo ser un refugio seguro para su pareja, y es justamente lo que él siempre había buscado, una esposa-madre. Sabe tranquilizarlo y hacerle olvidar sus preocupaciones.
Ambos están comprometidos con una vida de pareja basada en la confianza y los sentimientos profundos, y estos son los dos pilares que hacen que haya tanta tranquilidad en la relación. La estabilidad es generalmente su proyecto común.
No obstante, con el paso de los años, pueden aparecer algunas tensiones que les hagan olvidar esta tierna complicidad. A la larga, a la Capricornio puede acabar irritándole un poco el temperamento soñador y aventurero de su pareja. Por lo general, le culpa por su falta de apego a las limitaciones materiales y por el hecho de que ella es a menudo la única que gestiona los problemas diarios. Poco apegado a lo material, no le da demasiada importancia al dinero, el hombre Cáncer a menudo critica a su pareja por la importancia que le da al dinero. Esto, inevitablemente creará conflictos porque él es derrochador y le gusta disfrutar su dinero, pero ella prefiere la seguridad de tener ahorros en caso de algún imprevisto.
Con el paso del tiempo, el hombre Cáncer, siempre ansioso de demostraciones de afecto, puede llegar a cansar a su pareja, harta de proporcionarle una seguridad que él no proporciona. Su lado Peter Pan puede llegar a ponerla de los nervios y, a pesar de sus principios, si él no cambia un poco, podría acabar dejándole por otro hombre más maduro.
Para que la pareja pueda disfrutar de una felicidad que perdure en el tiempo, ambos tendrán que hacer concesiones. Sólo de este modo podrán aprovechar la fuerza que surge de sus temperamentos complementarios. Ambos tendrán que acercar posturas en cuanto a la administración del dinero, que en la mayoría de parejas es el foco principal de problemas.
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