Tener tantas cosas en común les proporciona infinitas opciones de progresar y convertirse en algo más serio.
La mujer Leo pronto se verá seducida por este hombre tan audaz y atrevido, que muestra tener plena confianza en sí mismo y en todo lo que hace. Por su parte, él también quedará deslumbrado ante el entusiasmo, las ganas de vivir y la radiante belleza de la mujer Leo. Ambos pronto se darán cuenta de que buscan lo mismo en una relación y tendrán la sensación de que las cosas pueden funcionar muy bien entre ellos. Los dos también comparten el mismo gusto por el éxito y el triunfo. A la mujer Leo le gusta destacar allá donde va y nunca pasar desapercibida. Es como ella entiende la vida. En cuanto al Aries, es una persona que no acepta la mediocridad, es un luchador nato y siempre intenta mejorar en todo aquello que considera importante en su vida. Esto, sin duda, los unirá más. Se produce como una especie de admiración porque se ven reflejados el uno en el otro y esto a ambos les encanta.
La mujer Leo y el hombre Aries se entienden bien porque ambos tienen una gran necesidad de reconocimiento, estima y seguridad.
Pero no todo es tan perfecto entre ellos. El hombre Aries a veces podría llegar a sentirse molesto por la necesidad constante de su pareja de estar en el centro de todo y sobre todo porque ésta siempre intenta tener todo bajo su control. Intenta manejar todo y siempre cree estar en lo cierto. Hay veces que cree tener la verdad absoluta y nadie puede hacerla cambiar de opinión, por muchos argumentos que le plantees. A pesar de esto, la generosidad y la buena fe innata de la mujer Leo compensa un poco todo esto.
En pareja, podrán hacer grandes cosas juntos porque entre ellos hay una gran complicidad y bastante aprecio.
Por otro lado, otro problema que se les plantea es que ambos están siempre ansiosos por la búsqueda de nuevas relaciones. Su ardor corre el riesgo de socavar su unión. Tendrán que tener cuidado para no acabar con la felicidad que los une. Cuando este sentimiento haga su aparición, deberían tomarse un tiempo para pensar las cosas bien, dejando de lado algunos placeres instantáneos a corto plazo para centrarse en la relación, que sin duda traerá muchas más alegrías a largo plazo.
Sensibles a las mismas cosas, tienen mucho en común, incluyendo la misma percepción de la bondad, lo que contribuirá a fortalecer aún más los lazos que les unen.
Si ambos son capaces de evitar que las tentaciones sexuales fuera de la pareja se adueñen de ellos, esta unión tiene todos los ingredientes necesarios para acabar en un matrimonio feliz y donde ambos puedan desarrollarse sin problemas como personas. Sólo tienen que ser lo suficientemente maduros para buscar ese placer dentro de la pareja, aunque a veces sea difícil.
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