Estamos ante una relación con mucho potencial, pero en la que ambos tienen que poner de su parte para que llegue a buen término.
Acuario y el Tauro son muy diferentes y desde las primeras miradas, una fuerza indescriptible les empuja el uno hacia el otro. El hombre Acuario seducirá a la mujer Tauro con su originalidad y ligereza. Ella quedará cautivada por este hombre curioso y un poco inconformista. Ella soñará con seguirlo en sus aventuras y su gusto por la improvisación estimulará ampliamente sus deseos. Por su parte, el hombre Acuario quedará pronto bajo el hechizo de esta mujer sensual y apasionada a la que presiente rebosante de ternura.
Como pareja, ambos pueden aportarse mucho el uno al otro, siempre que aprendan a sacar partido de sus diferencias.
La mujer Tauro le ofrecerá al hombre Acuario unos puntos de referencia que le permitirán estabilizarse, a él, que tiene una necesidad visceral de independencia y libertad. Le dará la seguridad y la dulzura de una vida con la que él sueña en secreto. A cambio, ella esperará cierta lealtad por su parte, en el mejor de los casos. La mujer Tauro es conocida por sus excesivos celos y su carácter posesivo. Por esto el hombre Acuario tendrá que ser paciente para tranquilizarla mientras sigue con su vida en libertad. De lo contrario, ella bien podría sufrir al verle vivir su vida en paralelo a la suya, sin tenerla a ella en cuenta.
La mujer Tauro, muy apegada a las tradiciones y a las convencionalidades, se volverá más flexible cuando entre en contacto con su pareja y se permitirá hacer algunas pequeñas locuras que la harán feliz. Junto al hombre Acuario, se sentirá totalmente libre porque él no pretende imponerle nada en su vida. Esto le permitirá la posibilidad de poco a poco ofrecerle al hombre Acuario su punto de vista en la vida para intentar cambiarlo un poco y que vaya abandonando con el paso del tiempo la necesidad de independencia y libertad que este tiene. Ella tiene una profunda necesidad de control de las cosas y tiene que hacer esto para conseguir lo que quiere. No es una manipuladora, sino que quiere mostrarle que su modo de vida es mejor para los dos.
No obstante, pueden surgir tensiones inevitables entre ellos. En primer lugar, en el plano financiero. El despreocupado Acuario, un pequeño hombre-niño, vive en un mundo paralelo donde el dinero tiene poca importancia mientras que su pareja está muy apegada al aspecto material de las cosas. Por lo tanto, ella tendrá que ser la que gestione el presupuesto familiar y al mismo tiempo dejarlo a él libre para que gaste su propio dinero como crea conveniente. Pero siempre y cuando haya pagado antes todos los gastos comunes.
Con el paso de los años, incluso si el hombre Acuario ha tenido que luchar contra las limitaciones impuestas por su pareja, puede que encuentre en ella a la mujer ideal que tanto ha buscado. Será entonces cuando ambos disfruten de la plenitud del amor.
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