Esta parece ser una amistad complicada, por lo menos al principio lo es ya que las personalidades y estilos de cada uno son realmente marcadas, además de diferentes.
Su avance requiere tiempo y constancia, para aceptar cada una de sus particularidades. Virgo es apacible, tranquilo, puede adaptarse a una situación con el fin de no incomodar, ni alterar nada. Un gran contraste frente a Leo que es súper extrovertido, tiene un aire de líder y no se adapta sino que busca cambiar las cosas a su gusto.
Desde un punto de vista externo, estos podrían ser buenos incentivos para una gran dupla, pero ellos lo perciben todo como defectos. Leo es autoritario, egocéntrico y espontáneo, Virgo bajo su ojo crítico no soportará este comportamiento. Ambos se dan una oportunidad para compartir cualidades, se permiten enseñanzas que comienzan a parecer virtudes. Su amistad es una aventura llena de aprendizajes, en el que cada uno podrá adueñarse de algún aspecto del otro.
Virgo es dominado por el planeta Mercurio, es una influencia que genera en él mucha disciplina y enfoque, le gusta evaluar sus posibilidades antes de actuar. Leo es del sol, tiene la capacidad de trabajar bien estando rodeado, sin alterar su esencia. Él aprende de Virgo a hallar estabilidad, y le muestra a su compañero como vivir siendo más espontáneo, dejando que las cosas fluyan por sí mismas.
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