El budismo está basado en la reflexión interior y en la paz de espíritu. El budista asume que la vida incluye sufrimiento, desengaños que están presentes desde que nacemos con un llanto hasta que morimos con dolor, en muchos casos. Sufrimos por culpa de nuestras propias insatisfacciones, de falsas expectativas que nos creamos por la presión del mundo que nos rodea. Y eso es lo que debemos aprender a controlar, el ansia, si queremos eliminar el sufrimiento. Para ello, hay que seguir un camino que invita a la reflexión sabia, a la ética, a meditar, a trabajar mente y corazón. Eso nos hará felices.
Hace unos 16 siglos que el budismo comenzó a desarrollarse bajo los preceptos de Siddhartha Gautama en la India, desde donde se propagaría. Monjes budistas fueron enviados a propagar sus enseñanzas por todo el mundo. Esto propició que, pese a su práctica desaparición en la India, se hubiera asentado por la mayor parte de Asia y aún suponga toda una escuela de espiritualidad, de valores considerados universales. Es por ello que se considera un fenómeno transcultural, toda una filosofía, además de una de las religiones más extendidas.
Su número de seguidores en todo el mundo se ve, por ejemplo, en la cantidad de ellos que llevan tatuajes con motivos budistas. El propio Buda, el iluminado, es una de las opciones favoritas para quienes eligen el tatuaje para interiorizar las enseñanzas y propagarlas entre quienes lo miren y pregunten al respecto. Puede tener un significado de alegría (tan necesaria), de reflexión/cultivo de la mente (igualmente necesaria frente a tanto materialismo) o de los mismos preceptos de la religión según podamos ver a Buda con una sonrisa, meditando o en un color dorado.
Otro símbolo budista a tener en cuenta es el Mandala, también presente en el hinduismo. En sánscrito, significa círculo y tiene que ver con la búsqueda de la paz interior, con la meditación. Una relajación profunda podría llevarte al centro del mandala y al ansiado equilibrio. Se puede tatuar con colores vivos y con forma parecida a la de una flor.
La flor de loto, precisamente, es otro símbolo, además de una postura de yoga xD. Estamos ante una de las opciones que, por lo visual y bello, da más juego en los estudios de tatuaje, claro que, hablando del budismo, no es de extrañar que su significado vaya más allá de lo simplemente estético. Es un símbolo en otras culturas y antiguas civilizaciones, como la egipcia o la griega, puesto que la historia misma de la flor resulta de lo más inspiradora. Nace hermosa en ambientes de lo más lúgubres, llenos de sucia oscuridad, como los pantanos. De lo "malo" también puede salir algo bueno, lo que puede conseguirse a través de lucha y resistencia.
La rueda del dharma, o el árbol de bhodi son otros símbolos budistas con opciones de ser tatuados. Ya sabes, hermano/a: mente, corazón, felicidad.
Escribe un comentario