El costado y las costillas son una parte del cuerpo con mucho significado. En algunas creencias religiosas se dice que de una de las costillas de Adán, el primer hombre, salió Eva, la primera mujer... Ya, como que muy machista, ¿no? Bueno... También se cuenta en textos bíblicos que una lanza incrustada cruelmente en el costado de Jesucristo le arrebató las últimas gotas de vida que le quedaban después de una larga tortura y posterior crucifixión. Para entonces, ya no eran de sangre, puesto que no le quedaba. Eran de agua.
Al margen de esto y además de lo puramente estético, los tatuajes en el costado y en las costillas tiene el valor añadido de que no es un parte del cuerpo que solamos ver con asiduidad, a no ser que estemos desnudos/as o en ropa interior o de baño y frente a un espejo. ¿Que qué queremos decir con esto? Pues que es una parte del cuerpo ideal para aquellas personas que deseen fervientemente hacerse un tatuaje pero que les dé miedo el poderlo aborrecer en el futuro y, de tanto verlo, querer quitárselo. De hecho, es uno de los argumentos más utilizados por los "anti-tatuajes".
En fin... En el costado, por su verticalidad, puede quedar bien una cruz que además, al hilo de lo que comentábamos en el primer párrafo, adquiriría en esta parte del cuerpo mayor significado. Pero como ya te hemos hablando ampliamente sobre cruces en otra ocasión, vamos a centrarnos ahora en otros motivos de otros tipo.
En el costado y las costillas casi cualquier tipo de tatuaje es posible, por ejemplo, una o varias frases. Seguro que, por hacerte una sugerencia concreta, ha calado en tu pensamiento, por unos u otros motivos, una frase. Quien les escribe ha de reconocer que podría destacar la celebérrima saga Canción de Hielo y Fuego, de George R. R. Martin, por lo que de buena gana se tatuaría alguno de sus pasajes conocidos. "Quien juega al juego de tronos o gana o muere", le advirtió la implacable Cersei Lannister a Lord Eddard Stark. O "Soy de la sangre del dragón", que se repetía una y otra vez Daenerys Targaryen para atraer fuerzas ante la adversidad. Una saga que luego la pequeña pantalla ha mitificado con la no menos famosa serie de televisión.
Los avances de la era tecnológica, como sabéis, llegan a todas partes y llegan también a los estudios de tatuajes. Es por ello que se ha avanzado tanto que ya poca gente teme que su tatuaje se vuelva de un extraño color azul cuando inicialmente era negro, o que los colores no adquieran todo el tono una vez imprimidos en la piel. Siempre y cuando te pongas en manos de verdaderos/as profesionales eso no tiene por qué pasarte. Es precisamente atraídas por la alegría y el realismo que otorgan los colores que muchas personas los eligen para sus tatuajes y, siendo el costado una zona más o menos extensa del cuerpo, lo hacen a lo grande.
Y además de las flores, ¿qué hay más colorido que las golosinas y dulces que nos volvían locos/as en nuestra infancia o incluso de mayores? Pocas cosas, sí. Helados, chupa-chups, pasteles o bastones de caramelos no solo resultaban sabrosos, sino que nos atraían por sus diferentes y chillonas tonalidades. Solo un vistazo nos hará volvernos a sentirnos niños y quien lo porte estará para chuparse los dedos.
Los animales dibujados al estilo tribal o sus huellas también quedaría bien, en el caso de que prefieras decantarte por el negro. En eso eres tú quien decide. ¿Cuál sería tu diseño?
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