Los ambigramas son frases o palabras que se leen de igual modo, o mantiene su significado aunque sea girada, invertida o reflejada. Existen ambigramas rotacionales, dobles, de espejo, de cadena, tridimensionales, etc. También existen ambigramas naturales, que no necesitan de ningún efecto óptico particular, caso por ejemplo de los palíndromos (las palabras o frases que se leen igual por delante y por detrás).
Los ambigramas pretenden jugar con la simetría, con los efectos visuales, las ilusiones ópticas o la percepción. En los ambigramas se valora principalmente la relación armoniosa entre los elementos y el equilibrio entre la forma y el contenido. Era sólo cuestión de tiempo por tanto que los ambigramas llegaran al mundo de los tatuajes.
De primeras, al encontrarnos un tatuaje de un ambigrama tenemos sensación de sorpresa y de fascinación, pensamos..."vaya, ¿cómo ha conseguido ese efecto?". Tienen esa capacidad de sorprender únicamente porque su esencia es ya sorprendente, algo que se puede leer igual aunque lo gires o lo rotes.
Un ambigrama es por ejemplo el letrero de las ambulancias, un ambigrama de espejo, por tanto, además de ser un elemento estético muy potente, tiene aplicaciones muy prácticas y necesarias.
El arte de lo ambigramas es muy antiguo, dicen que su origen se remonta a cuentos de hadas y fantasía. Si lo pensamos parece tener mucho sentido, al menos a mí me resulta muy concordante esos efectos de caligrafía en novelas de fantasía. Aunque no sólo existen ambigramas ambientados en épocas de ficción o medievales, con la absoluta revolución de la tecnología, son innumerables las formas diferentes de generar ambigramas que podemos encontrar.
Siempre que queramos parecer misteriosos, interesantes y causar fascinación en los demás, podemos optar por un tatuaje con un ambigrama, da igual que pongamos una frase de una película que nos gustó, un lema de una antigua civilización, parte del himno del equipo de fútbol del que seamos fan, porque la clave del tatuaje está en el efecto visual que consiguen los ambigramas.
Como se trata de tatuajes que llevan una palabra o una frase, va a depender de qué diga esa frase para elegir la zona del cuerpo donde lo llevemos, me refiero por ejemplo, si es algo muy íntimo que no queremos que la gente lo sepa pues optaremos por una parte del cuerpo menos visible, en cambio, si sucede lo contrario, le daremos la mayor visibilidad posible y optaremos por zonas como los brazos. Estos tatuajes necesitan de zonas amplias, pues habitualmente los ambigramas van decorados con sombras, relieves o elementos de decoración como hojas, espinas, enredaderas o estrellas.
En este tipo de tatuajes es muy importante el tipo de caligrafía que escojamos, al tratarse de un elemento que basa su capacidad de atracción en el efecto que se consigue al leerlo, la caligrafía es fundamental. Los motivos góticos son muy utilizados, la letra de imprenta o los tipos de letra medievales.
Con los números también se pueden generar ambigramas, con el sistema binario por ejemplo, o el número de preso que llevaba Nelson Mandela, o los números de las razones matemáticas, como pi o el número áureo, ciertas fechas que han sido relevantes para la historia en general o para nuestra vida en particular, y como no, los números capicúa, los análogos a los palíndromos pero en números, es decir, aquellos números que se leen igual de derecha a izquierda que de izquierda a derecha.
En cualquier caso, si decides tatuarte un ambigrama, seguro que mucha gente se sorprende, así que si estás buscando causar esa sensación en los demás, no lo dudes, ya estás tardando en hacértelo.
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