Cuando vemos a estos animales en la naturaleza rápidamente nos podemos dar cuenta de sus movimientos gráciles y delicados y esta belleza de la que hablamos no ha sido algo que se le haya pasado por alto a nuestros ancestros.
El ciervo está relacionado con el arte, concretamente con la poesía y la música, sobre todo en la cultura celta debido a su grácil figura. Los celtas también creían que los ciervos estaban asociados con las hadas y se decía que cientos de ellas caminaban detrás de estos animales, ya que éste les dejaba un camino llano a través del bosque.
Ambos, celtas y nativos americanos, observaban al ciervo como un buen buscador de hierbas para remedios, lo cual era muy útil y beneficioso cuando tenían que preparar medicinas. Una rápida lista del simbolismo que guarda este animal podría ser la siguiente: amor, gracia, paz, belleza, fertilidad, humildad, crecimiento, creatividad, espiritualidad, abundancia, benevolencia, etc.
Al igual que el ciervo tiene un misterioso sentido para poder encontrar hierbas verdes y medicinales en medio del bosque, debemos preguntarnos qué misterios tenemos nosotros mismos, buscarlos y ser capaces de averiguar de lo que somos capaces. En la meditación, este animal es un elemento muy poderoso y se utiliza para imaginarse a uno mismo acompañado por él adentrándose en un bosque cada vez más profundo, para poder conocernos mejor espiritualmente.
Los ciervos (particularmente las hembras) tienen la capacidad de una generosidad infinita, la cual muestran mediante la confianza. En la cultura china, es un símbolo de felicidad y de buena fortuna y, de hecho, su nombre en chino es un homónimo de la palabra abundancia.
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