Que esta unión funcione depende de la voluntad y de las concesiones que ambos estén dispuestos a hacer.
La mujer Géminis cae inmediatamente bajo el hechizo de este hombre sensible y resbaladizo. El misterio que a él le envuelve la intriga y las buenas noches que pasa en sus brazos son algunas de las razones por la que todo avanza tan rápido entre ellos. Seducida por su romanticismo, no dudará en dejarlo todo a un lado para pasar momentos con él.
Por su parte, el hombre Piscis, cuando está con ella, siente que le crecen las alas, se siente más libre. Le fascina su faceta adolescente, su sencillez, su inocencia, la despreocupación que muestra en casi todo lo que hace. Lo que más le gusta son las conversaciones sinfín y la gran complicidad que hace que cada momento juntos sea un momento único.
A primera vista, todo parece funcionar entre estos dos signos, pero pronto sus diferentes temperamentos harán que surjan bastantes problemas y dificultades en la convivencia. Enamorada de su libertad, la Géminis desafía al Piscis, que no entiende su necesidad de independencia y su gusto por jugar a la seducción con otros hombres. Celoso y posesivo, a Piscis le es imposible frenar estos sentimientos al ver su relación en peligro, situación que le llevará a mostrar sus peores defectos, algo que hará disfrutar sin duda a la Géminis, al contrario de lo que podría pensarse. Para ella esto es un juego, porque en realidad no necesita a otro hombre, simplemente necesita saber que sigue siendo atractiva a pesar del paso del tiempo.
Ambos tienen que hacer un esfuerzo para evitar llegar a este tipo de situaciones. Si estos conflictos se repitiesen de manera continua, la mujer Géminis podría empezar a no aceptar estos celos, lo que podría incluso llegar a ser motivo de ruptura y que todo quedase en una simple amistad. Incluso, podrían darse cuenta de que simplemente no tienen las mismas concepciones y, sobre todo, no son lo bastante complementarios como para vivir juntos de forma pacífica. Si ella logra entender que el Piscis difícilmente va a controlar esos celos porque surgen de sus inseguridades, podría tratar de ayudarlo, primero, intentado evitar este tipo de situaciones, y, en segundo lugar, aportándole tranquilidad y seguridad, demostrándole que él es el único hombre de su vida.
Otro problema que suele enfrentar esta relación se debe a la naturaleza inestable de la mujer Géminis, que necesita un hombre que le aporte tranquilidad y estabilidad en su día a día. Desgraciadamente este no es el caso del Piscis que vive en un mundo imaginario, lejos de las limitaciones de la realidad. A él lo mueven sus ideales y sus grandes sueños.
Con todos estos argumentos ahora entendemos lo que dijimos al comienzo de que en esta unión cualquier cosa puede ocurrir. A priori, es una relación complicada donde ambos tendrán que hacer concesiones y cambios en sus vidas para poder convivir juntos. De ellos depende si quieren luchar por esta relación o simplemente que todo quede en un bonito romance pasajero.
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