Una unión un tanto explosiva donde todo puede ocurrir, lo mejor y lo peor.
El hombre Libra, gran seductor, pronto se sentirá atraído por la sensible Virgo. Ella es emocional, retraída y le cuesta mucho entregarse. Le fascina su amabilidad, su finura, su delicadeza.
Él, atento y responsable, podrá proporcionarle la felicidad y estabilidad que ella anhela. Estando juntos, ella gana confianza, se siente más cómoda con los demás y sienta calmadas muchas de sus ansiedades. Por lo general, la mujer Virgo necesitará algo de tiempo para confiar plenamente en su pareja, pero cuando lo hace, lo hace convencida de su amor y hará todo lo posible para que su relación avance en la buena dirección.
Todo suele funcionar bastante bien entre ellos, pero cuando llega el compromiso las cosas se complican. Ella, está segura de su elección porque siempre toma las decisiones después de haber meditado un tiempo suficiente y teniendo claro lo que quiere. En cambio, él tiene más dificultades para decidir y no oculta su indecisión. Existe un problema de sincronización que en muchos casos hace que la relación no vaya a más. La mujer Virgo tendrá que ser paciente con este hombre, al que le cuesta tanto tomar decisiones en todo lo relacionado con el amor.
Juntos, pueden complementarse y aportarse mucho el uno al otro. La mujer Virgo aportará estabilidad y tranquilidad a la vida de pareja. Ella será la encargada de todo lo relacionado con las cosas del hogar y la economía familiar, cosas que él considera poco importantes.
El hombre Libra valorará mucho el hecho de vivir con una mujer que es capaz de tomar decisiones. Le gustan las mujeres fuertes, con determinación, capaces de enfrentar cualquier obstáculo que se presente. Cree que este tipo de mujeres son las que hacen que las cosas funcionen en una pareja con un hombre como él.
Él, por su parte, le aportará a ella flexibilidad y la pizca de fantasía que a veces le falta. A la mujer Virgo le encanta organizarlo y controlarlo todo, y el hombre Libra hará que la mujer Virgo pueda vivir una vida más dinámica, donde haya cosas improvisadas. Pero hasta cierto punto.
Sin embargo, inevitablemente, surgirán algunas tensiones en la relación. A la larga, ella podría molestarse por la inconstancia de su pareja. Podría llegar a cansarse de sus evasivas a la hora de tomar decisiones. No entiende cómo alguien puede ser indiferente a ciertas situaciones donde tomar una decisión es crucial. Ella podría llegar a pensar que él no se toma en serio la relación.
Él, por el inmovilismo y la resistencia a los cambios que tiene la mujer Virgo. Además, no entiende la necesidad de planificar siempre todo, no sólo en lo económico y profesional sino también en lo personal.
Depende de ellos encontrar un equilibrio para que sus diferencias se complementen. Para lograrlo, él deberá dedicar más tiempo a todo lo relacionado con la relación de pareja, y ella tendrá que dejar de sentir la necesidad de organizarlo todo, dejando más espacio a la improvisación. Esto, unido a la gran diplomacia de la mujer Virgo serán suficientes para poder vivir una bonita historia de amor, larga y feliz.
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