Leo con Leo, una buena asociación en la que cuando estos dos seres se encuentran sintonizan inmediatamente en la misma onda. Sus similitudes les permitirán inmediatamente acercarse el uno al otro, creando una suave e íntima complicidad.
El hombre Leo queda rápidamente prendado de esta mujer tan femenina. Le encanta su energía, su pasión, su encanto: todo ello la convierte en una mujer atractiva y carismática. Por su parte, a ella le encanta este hombre de gran corazón, super atento, que sabe cómo valorarla y hacer realidad sus sueños. Su aura y su grandeza le fascinan.
Desde las primeras citas, estos dos seres construirán una historia de amor llena de pasión. Ambos se embarcarán en esta gran aventura con todo el corazón. Juntos, trascienden la banalidad de la vida cotidiana y experimentan grandes experiencias. La imagen que dan a los demás incluso provoca envidias entre los más celosos. Les encanta destacar en la sociedad y suelen ser un pelín orgullosos. Por lo tanto, les corresponde a ellos moderar su entusiasmo en público para evitar tener problemas en su vida social futura. Hay gente que no soporta la felicidad de los demás.
Sus sentimientos son sinceros y no tardarán mucho en hacer oficial la relación y comprometerse el uno con el otro. Como pareja, se llevan muy bien y esto les permite tener una relación que perdura en el tiempo ya que los dos tienen muchas cualidades que son necesarias hoy en día para ello. Sin embargo, cada uno de ellos tendrá que hacer algunas concesiones para lograr una vida de pareja armoniosa conforme pase el tiempo.
A la vez muy ambiciosos y muy comprometidos con su propio éxito profesional, pueden encontrar algunas dificultades si deciden trabajar juntos. La competencia entre ellos podría ser feroz y acabar con su armoniosa complicidad.
En su vida cotidiana, cuando surgen tensiones, generalmente suelen tener dificultades para comunicarse y resolver los conflictos. Cada uno quiere siempre tener la última palabra, imponer su punto de vista al otro. Escuchar tampoco suele ser una virtud de ninguno de los dos, lo que agrava la situación. Además, a un hombre Leo generalmente le resulta difícil hacer concesiones. Para él, esto equivale a dejarse dominar. Lo mismo ocurre con su compañera, que tiende a querer ser la persona que marque los tiempos en cualquier situación.
Por otro lado, el equilibrio de su unión también puede verse comprometido por el resentimiento o rencor (ambos suelen ser rencorosos). Dependerá de ellos el trabajar duro para olvidar los ataques del pasado si quieren avanzar y hacer que la relación perdure. Menos mal que pueden contar con todo el fervor y energía que los caracteriza para hacer realidad su sueño romántico y ser felices durante mucho tiempo.
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