Casarte con tu opuesto puede ser una oportunidad de crecimiento para ambos.
"Los opuestos se atraen". Es posible que hayas oído esta afirmación de una ley de la física llevada al campo de las relaciones. ¿Puede funcionar realmente un matrimonio entre personas opuestas?
Cuando buscamos la "pareja perfecta", es habitual pensar en las cosas que tenemos en común con la otra persona: hábitos, intereses, gustos. Pero esta lista no siempre se cumple y la pareja que, a pesar de ello, decide seguir junta, debe aprender a lidiar bien con el hecho de ser opuestos.
La buena noticia es que esto no solo es posible, sino que puede ser una oportunidad para que los cónyuges crezcan. A continuación, vamos a analizar 4 ventajas que los casados con su opuesto pueden tener en su desarrollo personal. Compruébalo:
Te convertirás en una persona más equilibrada
Antes de señalar con el dedo a tu marido, diciendo que es extremadamente desordenado, recuerda que tú puedes ser el otro extremo: demasiado organizada. O viceversa. Cuando uno de los cónyuges es "demasiado" esto y el otro es "demasiado" aquello, la tendencia es que con el tiempo ambos se den cuenta de que el equilibrio es definitivamente importante. Un matrimonio saludable entre polos opuestos les dará a ambos mucha práctica para comprometerse realmente con la vida familiar.
Observa tu realidad y descubre que dejar que las cosas fluyan de forma natural no es tan aterrador como pensabas. Disfrutar de una película acurrucada con tu marido en el sofá es más importante que preocuparse por el vaso sucio de la mesa de centro, ¿verdad? De la misma manera, tu marido también debería darse cuenta de que un mínimo de organización es fundamental para la vida familiar.
Te convertirás en un mejor comunicador
Estar casado con alguien que es tu opuesto te obligará a ser un buen oyente y, en consecuencia, un mejor comunicador. Convivir a diario con alguien que piensa de forma diferente a la tuya te enseñará a ver el otro lado de las cosas con más facilidad. Conseguirás adaptar muy bien tu forma de comunicarte.
Sentirás más empatía hacia las diferentes personalidades
Si estás casado o casada con alguien muy diferente a ti, colocarte en el lugar de la otra persona será un ejercicio cada vez más sencillo. Y ahí radica una de las habilidades más importantes para cualquier persona. Si todos lo hiciéramos, el mundo sería un lugar mucho mejor, ¿no?
Vivir con tantas diferencias te ayudará a comprender mejor a cualquier otra persona en tu vida, incluidos tus hijos.
Aprenderás más sobre ti mismo
Un matrimonio entre personas opuestas puede enseñar a cada uno de los cónyuges mucho sobre sí mismos. ¿Alguna vez has pensado en eso? Tienes unas expectativas y unas características que son exclusivamente tuyas y puede que no te dieras cuenta de ello hasta el momento de decir "sí, quiero" en el altar.
Puede que seas una persona muy desorganizada, por ejemplo, porque has crecido en un hogar así, con tus padres llegando tarde a todo, dejando la casa desordenada e incluso perdiendo citas importantes por falta de organización. Y entonces conoces al amor de tu vida, una persona que valora justamente lo contrario.
Día a día, comprobarás que es posible tener un matrimonio feliz, aún con estas diferencias, y, además, serás parte fundamental en la formación de una familia sin fronteras. Cuando uno mismo aprende algo sobre esto, puede actuar de forma sana y eficaz para su propia evolución y crecimiento.
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